Y dale la burra al trigo...

Continuando con el tema de los amigos, voy a comentarles algo que me paso el fin de semana que me hizo pensar bastante.

Me fuí a una "Girl's night out" con una amiga de la U. Mi amiga es buen dato, de primera vista parece bien seria y medio aburridona, pero en realidad es un goce. Me cae super bien y nos hemos llevado bien ya desde hace algún tiempo. Es una amistad rara, una de mis pocas "amistades gringas". Nos vemos seguido por la U, salimos a comer de vez en cuando, etc. Ella tiene un grupo de amigas de farra y siempre me invita cuando hay algo. El grupito este es bien alaja. Cuando escucho las locuras que hacen, y todas las cosas que han compartido juntas, se me hace estar viendome a mi (valga la redundancia...) con mi grupo de amigas. Son bien ocurridas, farristas, les gusta el guaro (jajaja), y cada una tiene sus temas y problemas.

El Sábado estabamos en la casa de M, generalmente las reuniones son ahí. A ella le encanta organizar farras... y siempre les pone un tema y se inventa algo gracioso para hacer amena la noche. Estaba ahí sentada, luego de que nos matamos de la risa tratando de aprender a jugar poker (el esposo de M nos enseñaba-pobre... el único hombre en la reunión) y me preguntaba por qué a pesar de que ya he estado en varias de estas reuniones, todavía no me siento "parte" del grupito ameno. Es rarísimo, me caen bien, son un goce, son buenas personas, pero hay algo que me detiene. Trato de acercarme a ellas, pero cada que les oigo me encuentro buscandoles algún pero.

No hay nada que hacer, las culturas son distintas. No se como aprender a aceptar las diferencias sin seguir buscando una amiga igual a las amigas que tenía en Ecuador. Ya se que aquí no hay de esas, pero una parte de mi se niega a volverse parte de las de acá. Un día un amigo me dijo "...no será que lo que te pasa es que todavia no has aceptado que vas a hacer tu vida aquí, y por eso inconcientemente te niegas a aferrarte a lo que este lugar representa, por miedo a tener ataduras el rato que debas tomar una decisión?..." Y me pregunto si ese es el problema. Realmente yo no hago esfuerzos por acercarme a nadie, y luego me quejo de la soledad. Tengo algunos conocidos pero contados "amigos", de esos que se puede escribir entre comillas, de esos que uno añora... aparte los que realmente siento que son mis amigos, son Ecuatorianos.

Capaz que yo misma me estoy negando la oportunidad de mejorar mi vida. Siempre he dicho que el alto precio de vivir en este país para mí es la soledad. Y eso me cuesta cada día más. Vengo de una familia grande, de las típicas en donde todos estan metidos en la vida de todos... A eso estaba acostumbrada. El hecho de ver a mi familia sola me mata. Y cuando podría mejorar la situación no me atrevo a arriesgarme a cruzar al otro lado. De cierta manera temo convertirme en una de ellas, y hay días que siento que no soy ni de aquí, ni de allá...

Me siento distinta y a la vez quiero volver a ser la de antes. Creo que el problema es que me niego a madurar y aceptar mi realidad. Siento que el rato que acepte esta realidad voy a convertirme en alguien que nunca quise ser. No me gusta esta cultura y por eso no puedo ser parte de ella. Entonces... quién soy?