Es tan difícil...

Cuando alguien cercano (y muy querido) está tomando decisiones, que en mi forma de pensar, son incorrectas, es tan difícil hacerse a un lado. Es tan duro no poder gritar "No seas mensa!". La inexperiencia, la falta de madurez, y el miedo, están llevando a alguien que quiero con todo mi corazón a dejar pasar oportunidades que beneficiarían su futuro y el futuro de su familia.

Me pongo también en su lugar, porque se que a esa edad, a mi tampoco me gustaba que me digan "lo que tengo que hacer". Y ahora viendo la cosas de forma distinta me doy cuenta que no me decían lo que "tenía que hacer", sólo me aconsejaban.

No hay peor ciego que el que no quiere ver... dice el dicho. Será que hago bien tratando de abrirle los ojos? A ratos pienso que es mejor tropezar y aprender las lecciones de la vida solos, pero es tan tan tan difícil ver caer a un ser querido. Sobre todo cuando ya de por sí, su ánimo esta por los suelos.

Siempre me han dicho que soy mandona (hasta metiche), todo por tratar de ayudar y guiar a personas que quiero. Ahora me cuesta tanto morderme la lengua. La semana anterior decidí no opinar más, porque esas opiniones estan creando malentendidos innecesarios. Ayyyy... no sé cuanto tiempo mas aguante...